La danza del Venado

La Danza del Venado

Danzar para vivir...

     Con mi cámara al hombro, me adentro en una comunidad cercana a Los Mochis, Sinaloa, en el norte de México. Busco capturar una de las danzas con mayor misticismo de nuestro país: La Danza del Venado.

     La mañana es calurosa, el cielo se extiende en un azul profundo, y el sol atraviesa los carrizos del techo de la enramada, dibujando sombras fragmentadas sobre la tierra. Desde mi posición, observo al danzante. Su preparación es un ritual en sí mismo: pieza a pieza, su vestimenta se transforma en un puente entre el hombre y el venado, un proceso íntimo de introspección, orgullo y respeto.

     La quietud del momento se rompe con el sonido de instrumentos prehispánicos; la danza ha comenzado. Los ayales y tenábaris del danzante tintinean en sus tobillos, reproduciendo el crujido de la hojarasca bajo las patas de un venado. El violín murmura como el viento, el raspador imita las pisadas del venado sobre la tierra, y el tambor de agua marca el pulso de su corazón. Cada sonido es un eco de la naturaleza, un vínculo entre el presente y lo sagrado.

     El venado, mucho más que un animal, es símbolo de vitalidad, fuerza y libertad. En la cosmovisión de los pueblos indígenas, representa el equilibrio natural, la conexión entre el hombre y la naturaleza, simbolizando la lucha por la supervivencia y el sacrificio como parte del ciclo de la vida. Es; en esencia, una metáfora de la vida misma: una lucha por la supervivencia y la aceptación del destino, un recordatorio de nuestra fragilidad frente a la eternidad de la naturaleza.

    Además de su significado relacionado con la naturaleza, para los pueblos Yaqui y Mayo, La Danza del Venado también representa una ofrenda espiritual. El danzante no interpreta al venado; lo encarna. Su cuerpo se convierte en un canal entre los humanos y lo divino, y su sacrificio es un gesto de entrega ante las fuerzas superiores.

     Este fotodocumental es una invitación a adentrarse en el mundo simbólico y ritual de la Danza del Venado, donde cada movimiento y cada sonido es un homenaje a la memoria viva de los pueblos originarios y su conexión eterna con la tierra.

Derechos reservados © Edgar Dehesacreado en Bluekea